Después de un 2012 inolvidable, en el que ingresó en el top ten y estuvo cerca de clasificarse para el Masters de Londres, Juan Mónaco buscaba empezar esta temporada de la mejor manera. Pero una lesión en la mano derecha, que debió ser operada, alteró su preparación, y el comienzo de 2013 estuvo lejos de lo esperado. En concreto, en lo que va del año, Pico tiene solamente dos triunfos, ambos conseguidos en la serie de la Copa Davis contra Alemania -contra Florian Mayer y Tobias Kamke, el segundo con la serie ya definida-, y tres derrotas. Ayer, el tandilense se despidió de San Pablo con una inesperada derrota por 7-5 y 6-2 frente al italiano Simone Bolelli, 80 del ranking mundial.
Mónaco llegaba al certamen paulista con un prematuro adiós en Viña del Mar, contra el francés Guillaume Rufin; también se había despedido rápido en Melbourne, con derrota en sets corridos frente al ruso Andrey Kuznetsov. En el medio, vale incluirlo, disputó el torneo de dobles en Viña del Mar, con Rafael Nadal como compañero, donde llegaron hasta la final, que perdieron con los italianos Lorenzi y Starace.
En lo numérico, Mónaco ya experimentó un retroceso en el ranking, desde el puesto 12° al 15°, al no poder defender los puntos obtenidos cuando conquistó Viña del Mar, hace doce meses. Si bien no cederá puntos esta semana, sí se puede considerar que esta gira latinoamericana era para Pico una buena ocasión para sumar puntos en una superficie que le es favorable; la exigencia mayor la tendrá en el Masters 1000 de Miami, dentro de un mes; allí deberá revalidar 360 puntos que obtuvo en 2012, cuando alcanzó las semifinales en el Crandon Park de Key Biscayne. Más tarde, tendrá otra prueba importante cuando tenga que defender el título en Houston, después de la serie de cuartos de final de la Copa Davis frente a Francia. Pero, por lo pronto, aún tiene margen para prepararse y cambiar el panorama.
"No he tenido el mejor comienzo de año, soy consciente de eso", afirmó Mónaco. El tandilense descartó que sus problemas tengan que ver con el desgaste por la Copa Davis contra Alemania: "Sí, he perdido los dos partidos que disputé después, pero sólo tengo que pensar en estar bien físicamente, en adquirir ritmo de tenis, es algo que voy a hablar con mi equipo de trabajo. Soy consciente de que tengo que trabajar muy duro y los resultados van a llegar".
Y, de paso, dejó en claro que, más allá de la necesidad de jugar y sumar acción y ritmo de juego, no pedirá una invitación especial para disputar la Copa Claro, en Buenos Aires: "La próxima semana no jugaré, y tendré un tiempo para recuperarme". Desde hacía varias semanas, Pico había señalado que esta temporada no iba a jugar el ATP porteño, con la intención de focalizarse en el ATP 500 de Acapulco, que se jugará desde el 25 de este mes.
"No me gusta dar excusas, cuando entro en la cancha es porque me siento capacitado para competir, pero no fue mi mejor día. Bolelli jugó mejor que yo y me complicó desde el comienzo, y yo no me pude adaptar a las condiciones de la cancha", agregó. De paso, agregó su queja a los reclamos de varios jugadores por el estado de las canchas del gimnasio Ibirapuera: "Las pelotas no son las mejores, y tampoco es la mejor cancha en la que me tocó jugar, pero las condiciones son las mismas para los dos, y mi rival se adaptó mejor".
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