lunes, julio 23, 2012

Mónaco: "Este momento lo soñé todo mi vida"


Todavía tenía el cuerpo humedecido tras haberse dado un chapuzón en la pileta del River Oaks Country Club, tal como marca la tradición para los campeones del ATP de Houston, cuando Juan Mónaco, que acababa de igualar la mejor posición de su carrera, 14°, tomó un teléfono y le explicó, feliz, a LA NACION: "Si sigo ganando partidos, el ranking lo dará mi tenis. No me pongo presiones para llegar a los mejores diez. Pero tampoco estoy tan lejos y no me conformaré, eso dalo por seguro". Pero, increíblemente, el destino le tenía guardado un ingrato obstáculo al tandilense: dos días después, en la 1a rueda de Montecarlo, Pico se medía con el holandés Robin Haase, corrió un tiro hacia su derecha, se deslizó y se le dobló el tobillo abruptamente, tanto, que se le rompió un ligamento y se marchó del club en muletas, llorando, con bronca, maldiciendo. De no creer... Pero ni siquiera ese mazazo desanimó a Mónaco; regresó a la Argentina para hacer la rehabilitación, no perdió tiempo y hasta hizo ejercicios en una pileta. Así fue como volvió al circuito antes de lo previsto (en Roma), llegó a la 4a rueda de Roland Garros, ganó dos partidos en Wimbledon por primera vez y perdió la final de Stuttgart. Ayer, siendo más visitante que nunca porque su rival era uno de los mimados por el público alemán (Tommy Haas, ex N° 2 del mundo), el muchacho de cabello cuidadosamente desordenado y que mueve montañas, conquistó el ATP 500 de Hamburgo, imponiéndose 7-5 y 6-4, en 2 horas, y con el traspié de Isner en Atlanta, se convirtió en el nuevo N° 10 del mundo. 
"Estoy feliz, feliz, muy feliz... Tengo un montón de ampollas en el pie izquierdo, ya casi ni puedo caminar, pero ya está, ya está. Este momento lo soñé toda mi vida. Estoy feliz, muy emocionado por lo que logré. Por eso me quebré, por eso lo primero que hice fue buscar a mi entrenador (Gustavo Marcaccio) y a mi preparador físico (Ignacio Menchón), para abrazarlos. Esto es fruto de tanto trabajo". El que habla, tres meses después de romperse un tobillo, es Pico, el acérrimo hincha de Estudiantes de La Plata. Ya transcurrieron casi dos horas desde que sentenció la final ante Haas en el Rothenbaum Tennis Center y rompió el protocolo invadiendo las butacas para llorar junto con sus colaboradores y amigos, pero igual está agitado, emocionado. Por momentos le tiembla la voz. Con 28 años, tres meses y 23 días, Pico se transformó en el argentino de mayor edad en ser top ten, superando a Guillermo Cañas, que lo logró con 27 años, 5 meses y 14 días. 
"Todo esto es el fruto del trabajo, del sacrificio, de los entrenamientos, de no rendirme nunca. La verdad es que ni me acuerdo de cómo definí la última pelota, venía en el aire, le pegué y me derrumbé. Me pasaron miles de cosas por la cabeza, pero sobre todo el sufrimiento después de esa grave lesión que tuve en Montecarlo", le confiesa Mónaco a LA NACION, desde Hamburgo, antes de viajar a España para descansar sólo unas horas y prolongar su calendario en el césped de los Juegos Olímpicos de Londres. 
Desde hoy, la Argentina vuelve a tener dos representantes entre los 10 más valiosos del mundo, suceso que no se ostentaba desde febrero de 2009, con Juan Martín del Potro (era número 7) y David Nalbandian (10). "Si hay algo que aprendí con los años es que hay que asimilar los golpes de la vida y eso me ayudó para superar lo de Montecarlo, cuando me rompí. Yo venía muy arriba y me bajó una lesión de porquería. Pero interiormente sabía que en algún momento iba a poder llegar al top ten, porque el año todavía es largo y si no era en Hamburgo, era en los Juegos, en Toronto (desde el 6 del mes próximo) o en Cincinnati (una semana después). Pero llegó ahora y estoy muy ilusionado con lo que viene, la verdad, porque tampoco defiendo gran cantidad de puntos en la gira de canchas duras. Me gustaría mantenerme arriba", analiza el tandilense y lanza un dato geográfico que no pasa inadvertido. De los 10 primeros del ranking ATP, Belgrado, con Novak Djokovic y Janko Tipsarevic, y Tandil, con Pico y Delpo, son las ciudades que más aportan. 
"Tandil es una ciudad muy chica comparada con Belgrado. Tuvimos grandes formadores, como el Negro Gómez y Mario Bravo. Es una felicidad saber que hay un montón de chicos que nos miran por TV a Juan Martín y a mí, que somos sus inspiradores. Yo tenía de espejos a Guillermo Pérez Roldán y después a Zabaleta, que es un amigo. Esto les sirve a los chicos para darse cuenta de que con esfuerzo pueden llegar a lo más alto". 
-En el primer set con Haas ibas 4-1 abajo, sin embargo no perdiste la concentración y lo ganaste 7-5. Se te nota mucho más paciente que en otros tiempos. ¿Cómo trabajaste ese aspecto?  
-Uno aprende mucho de los errores en la carrera y estoy más tranquilo, mucho menos ansioso. Sabía que Tommy en algún momento se iba a tener que equivocar. Él empezó jugando muy rápido, definiendo con algunas voleas magistrales. Pero no me puse loco, confiaba en lo que podía hacer, en mi estrategia, empecé a variar, a intentar jugar más profundo y lo conseguí. Y era consciente de que era superior físicamente. Hoy soy un jugador más completo que antes. 
-Especialmente se te advierte más ofensivo y parado unos metros más adelante. ¿Te costó incorporar eso?  
-No. En general tuve un progreso muy grande. Es verdad que estoy parado un poco más adelante, pero es parte de la maduración. Uno madura, se da cuenta de que hay que incorporar cosas, se entienden más cosas tácticamente. Además, el tenis de hoy me obligó a ser más ofensivo. Hoy, inmediatamente se busca dominar el punto, arriesgar, no podés ponerte a pensar y a esperar a que el otro falle. Tuve que empezar de nuevo en ese sentido y no me da vergüenza decirlo. Es parte del aprendizaje. Es como en la vida, todos los días se aprende. Lo importante es darte cuenta y cambiar a tiempo cuando las cosas no se están haciendo bien. Yo lo hice... 
Y vaya si lo hizo Pico Mónaco. Un cultor del sacrificio, de la lucha y la disciplina física. Que llegó a lo que soñó de niño en las sierras tandilenses. Y va por más. 
  • 3° Pico Mónaco es el tercer tenista argentino campeón en Hamburgo, luego de Guillermo Vilas (1978) y Guillermo Coria (2003).
  • 75 puntos son los que separan a Pico Mónaco de Isner (EE.UU., 11º) en el ranking de la ATP que se publica hoy.
  • 1° Fue el primer título de serie 500 para Pico. El último 500 para la Argentina lo había ganado David Nalbandian, en Washington 2010.
  • 5° El de ayer fue el quinto título ATP para un Argentino en 2012: Viña del Mar, Houston y Hamburgo (Mónaco) y Marsella y Estoril (Del Potro).

No hay comentarios.: