lunes, febrero 15, 2010

ENTREVISTA CON EL DIARIO OLE
"Prefiero perder finales que primeras rondas"

Pico explica que la seguidilla le molesta y confía en cortarla en Buenos Aires, torneo al que llama "entrenamiento de lujo". Juega mañana.

Si tuvieras que explicar por qué siempre rendís en Buenos Aires sin mencionar el apoyo del público, ¿qué dirías?
-Jugar en Buenos Aires es como si fuese un entrenamiento de lujo. Como es normal jugar en el Vilas o el Lawn Tennis todos los días desde que me mudé a Buenos Aires, se me hace rutina, es un entrenamiento con gente. Estoy a dos minutos de casa, vivo a diez cuadras. Me siento cómodo y eso me relaja.


-Venís como uno de los candidatos una vez más.

-Cuando era más chico me metía presión, porque había expectativas en mí. Hoy no, uno va agarrando experiencia y vivís el momento, no te acelerás tanto. No te creás falsas expectativas aunque te tilden de candidato. Lo que aprendí es que hay que ir día por día.

-Ganaste el título en 2007 y el año pasado perdiste una final con Robredo, en la que tuviste muchas chances. ¿Tenés ese partido aún en la cabeza?

-Ya pasó. Estuve mucho tiempo pensando en ese partido, por lo que me gusta el torneo y porque me hacía ilusión ganar otra vez acá. Los años van pasando y son menos las veces que voy a participar. Ahora tengo una nueva revancha.

-¿Le encontraste una explicación al asunto de las finales (perdió seis en forma consecutiva)?

-La mayoría fue contra jugadores buenos y resultados apretados. La primera fue con Davydenko; con González que no pude jugar; con Soderling en Suecia; con Robredo acá que podría haber ganado... Montañés, tal vez, ésa debería haber sido mía, pero son partidos parejos... Si bien es importantísimo ganar títulos, porque me generaría más confianza a mí, trato de tomarlo como algo estadístico, aunque lógicamente pensé en eso.

-¿Cuándo empezaste a preocuparte por este tema, si lo hiciste?

-Durante el partido no pienso en eso, obvio, si no me tiraría abajo y anímicamente me jugaría en contra. Después, no bien terminan los partidos, uno analiza y dice: "Pucha, cuántas finales que estoy perdiendo. ¿Qué pasa?". En la de Montañés, quedé destrozado porque me hacía ilusión ganar. Me decía: "Esta es para mí". Y se escapó, no jugué bien y estuve triste. La de Santiago con Bellucci era para cualquiera. Sí te digo la verdad, a la noche digo: "¿Qué me está pasando?". Pero también prefiero perder finales y no primeras rondas.

-En Santiago se te vio arriesgando más con el saque. ¿Lo estás tirando más que antes?

-Sí, con Lobito (Luis Lobo, su entrenador) vimos que tenía que hacer más daño con el saque. Si bien tenía muy buenos porcentajes de primeros adentro, no hacía mucho daño, ganaba pocos puntos, sacaba pocos aces... Intentamos ganar en explosividad, cambiamos la tirada de la pelota y arriesgar más el primero. En este principio de año dio sus frutos.


-Aumentaste los aces.
-Me fijé en unas estadísticas y el año pasado hice 130, más o menos, y en este año ya voy 35. Mejoré mucho el primero, pero me falta muchísimo para tener un muy buen saque.

-Más allá del ranking, ¿qué modelo de jugador querés ser? ¿Vas entrenando gira por gira o hay plan de largo alcance?

-En la pretemporada apuntamos a mejorar un montón de cosas para todas las superficies: volea, saque... Como la pretemporada está cerca de Australia, afinás lo que es cancha rápida. Cuando termina, ahora es todos los días polvo: defensas para arriba, tratar de sacar angulado... No sacar fuerte porque tampoco sirve mucho en polvo... Son cosas que armamos con Lobito para la gira de clay. Después cambiaremos. Creo que tengo la experiencia suficiente para subir más y algún día cumplir el sueño de ser top ten. No estoy tan lejos.

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