LONDRES (De un enviado especial).- No había manera de que perdieran todos, pero del resto de las posibilidades se dio la peor. El único argentino que salió indemne del primer día de Wimbledon fue Juan Mónaco. Claro, a costa de otro, Leonardo Mayer. Después, puras bajas: además de Nalbandian, se despidieron Carlos Berlocq -ante el belga Ruben Bemelmans por 7-5, 6-7 (4), 6-3 y 7-6 (7)- y Juan Ignacio Chela -frente al eslovaco Martin Klizan por 7-5, 3-6, 7-6 (6), 1-6 y 11-9-.
Para Pico fue un hito no menor: por primera vez en su carrera festejó un triunfo en Wimbledon. Su foja solamente marcaba cuatro derrotas. El lado amargo fue haberlo logrado, por 6-4, 7-6 (5) y 7-6 (5), a expensas de un amigo como Mayer. "Me sentí bien, obviamente me cuesta jugar en esta superficie, pero a medida que transcurría el partido estaba mucho más cómodo. Aquí vengo a llegar lo más lejos posible y a buscar buenas sensaciones, adaptarme para un objetivo como los Juegos Olímpicos, que son una meta muy grande. Y me llevo buenas sensaciones de la cancha", comentó el tandilense, a quien en la siguiente rueda lo espera el francés Jeremy Chardy, campeón junior de Wimbledon en 2005.
Se sabe que para Chela, hoy, cada torneo nuevo es parte de la "vuelta de despedida". Pero el esfuerzo que le consumió perder con Klizan en cinco sets fue propio de un principiante. "Estoy triste por el resultado, pero contento por haber podido jugar cinco horas (fueron 4h53m, con exactitud). A veces el tenis es raro... Hoy gané más games que él y perdí el partido. Sentía que podía avanzar. Pero bueno, veré cómo me siento más adelante; espero terminar el año entre los 100 primeros y que las lesiones me respeten...", dijo el Flaco.
El segundo día, hoy, propone el debut de Juan Martín del Potro. Bastante mejorado de la lesión en la rodilla izquierda que lo maltrató en Roland Garros aunque no del todo repuesto, el tandilense jugará en el tercer turno -se abre a las 7.30 de nuestro país- de la cancha 2, frente a Robin Haase. Un rival, en principio, peligroso: en aquella consagración de Chardy como juvenil, este holandés de 25 años fue quien estuvo del otro lado de la red.
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